La batería de coche es uno de los componentes más importantes en todo tipo de vehículos. Sin ella, los coches diesel y los coches gasolina no serían capaces de arrancar, usar sus luces o proveer de energía a todas las equipaciones y servicios multimedia y audiovisuales con que vienen equipados hoy en día los turismos.
Diferencias entre las baterías para coches diesel y los de gasolina
Dado que los modelos diésel requieren un mayor esfuerzo de compresión para hacer detonar la mezcla de combustible y además necesitan un precalentamiento de la cámara de combustión, las baterías que se instalen en estos coches deben tener mayor amperaje. Hay que aportar mayor potencia al motor para que el movimiento se inicie.
Esto se consigue gracias a una mayor potencia en las celdas electrógenas de las baterías; es decir, las baterías destinadas a coches diésel son más grandes.
Por norma general las baterías de coche para uso en gasolina no van a ser válidas para su uso en diesel, si bien ciertos motores gasolina de gran cilindrada también requieren potencias de arranque elevadas y sus necesidades son similares a las de un vehículo diesel.
Por contra, el desarrollo de pequeños motores diesel en vehículos urbanos con baja cilindrada también va a permitir la instalación de baterías menos potentes dado que sus necesidades energéticas para el arranque también son menores.
Por lo que podríamos decir que, generalmente, en igualdad de motorización, la batería de un diesel y un gasolina son completamente diferentes en cuanto a potencia e intensidad de arranque.
Ventajas de las baterías para vehículos diésel
Por un lado estas baterías tienen una capacidad mayor. Esto significa que son menos susceptibles de fallar durante la descarga. También son más resistentes a los cambios extremos de temperatura, en concreto al frío invernal.
Hay que recordar que cuanto menor sea la temperatura menor es también el número de amperios que la batería es capaz de proveer, es decir, su rendimiento es menor.
Estas baterías están específicamente optimizadas para entregar altas corrientes en pequeños intervalos de tiempo.
Ventajas de las baterías para vehículos de gasolina
En este caso la principal ventaja es que al necesitar potencias de arranque inferiores, las baterías que portan también son de menor tamaño. Esto se traduce en una reducción notable del peso y en que tienen menos productos tóxicos y nocivos para el medio ambiente. Los electrodos de plomo y el ácido sulfúrico del electrolito no son ninguna broma.
Como reflexión final podemos decir que los coches de gasolina salen victoriosos de la contienda si se atiende solo a las bondades de la batería puesto que sus necesidades suelen ser inferiores a las de los diesel lo cual va a permitir duraciones mayores, sin embargo, en un marco general donde se valora el conjunto, son los coches diésel los que suelen tener la mano ganadora, por consumos, prestaciones, etc.
